Proceso de formación

La formación es el proceso por el cual un joven se prepara para la vida como sacerdote o hermano en nuestra comunidad de Santa Cruz.

El discernimiento continuo es una parte esencial de la formación, ya que el proceso dalas herramientas y la experiencia que se necesitan para discernir bien lo que Dios pide de cada joven. La formación también ayuda a crecer en su identidad como sacerdote o hermano.

El proceso no convierte a un joven en algo que no es, sino que le ayuda a convertirse en lo que realmente es y para lo que Dios lo ha creado.Nuestros programas de formación incorporan los pilares establecidos por San Juan PabloII en Pastores Dabo Vobis: formación humana, espiritual, intelectual y pastoral.

Dado que preparamos a los jóvenes para la vida religiosa, nuestros programas también hacen hincapié en la formación para la vida comunitaria y para los votos de pobreza, castidad y obediencia.

Normalmente nuestros jóvenes comienzan con un programa de pre-postulantado,siguiendo un proceso vocacional donde conoce nuestra comunidad y nosotros los conocemos a ellos. Después de un tiempo y si el proceso y discernimiento así lo sugieren,se da un paso más para iniciar el proceso de formación en el postulantado.

Normalmente nuestros jóvenes llamados a la vocación del sacerdocio inician sus estudios de filosofía que realizarán durante esta etapa inicial. Aquellos que son llamados a la vocación de hermanos cursan estudios de ciencias religiosas o estudios afines a la filosofía y la teología en grado suficiente de brindar una profundización científica y seria de la fe.

Después de su tiempo de postulante, los jóvenes se trasladan a nuestro noviciado que actualmente se realiza en Lima Perú. El año de noviciado es un año intenso de oración y discernimiento en el que los seminaristas se alejan de las distracciones y el ritmo agitado del trabajo o el estudio a tiempo completo para que puedan centrarse en la profundización de su vida de oración.

Al final de su Año de Noviciado, profesan los votos temporales de castidad, pobreza y obediencia y continúan como profesos, estudiando la teología u otra disciplina afín a nuestro carisma de educadores en la fe, en caso de los hermanos. Este programa de oración, estudio, ministerio y otras actividades de formación le permite desarrollar las herramientas que necesitará para servir a la Iglesia como sacerdote o hermano de Santa Cruz.Al final del programa el joven religioso, profesa los votos perpetuos.

Un seminarista también es ordenado como diácono transitorio y, una vez completado su diaconado, como sacerdote.La formación es un proceso largo y gradual. Hay muchos pasos a lo largo del camino para que un hombre pueda llegar a entender su vocación más plenamente sin preocuparse constantemente por”la gran decisión” de si Dios le llama o no a ser sacerdote o hermano.

Nos comprometemos a formar sacerdotes y hermanos que no sólo sean competentes y entregados, sino que también se dediquen a crecer continuamente en santidad. La Iglesia no merece menos.